«SOLO EL 2% DE LOS COLEGIOS PÚBLICOS DEL PERÚ CUENTA CON UN PSICÓLOGO»

En lo que va del periodo escolar 2024, se reportaron más de 237 casos de bullying. El bullying, continúa siendo una preocupación importante en los entornos escolares a nivel mundial y el Perú no es la excepción. Según el Ministerio de Educación (Minedu) se reportaron casi 13 mil casos de acoso escolar (bullying) hasta octubre del 2023. De hecho, en lo que va del 2024, se han registrado en el Perú 237 casos de bullying, la mayoría de los casos están en secundaria.

Pese a la gravedad de este problema, solo el 2% de los colegios públicos del Perú cuenta con un psicólogo que pueda orientar a los afectados y familiares frente a este problema. Ante ello, surge la pregunta: ¿Qué tan importante es contar con estos profesionales en los colegios para abordar el bullying de manera efectiva? 

De acuerdo con Carlos Flores Galindo, director de la carrera de psicología de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL), “los psicólogos son los profesionales capacitados para trabajar con el problema del bullying dependiendo de su especialización, por ejemplo; un psicólogo clínico está capacitado para atender a un niño víctima de bullying, al niño agresor o a los padres de ambos niños, mientras que un psicólogo de educación puede ocuparse de la parte educativa de esos mismos procesos” 

En ese sentido, el experto de UCAL brinda cuatro argumentos que explican la importancia de contar con profesionales de la salud mental en las instituciones:

Manejo adecuado del problema: los psicólogos pueden contribuir de manera estratégica capacitando docentes para el trato de sus estudiantes, sean las víctimas o los agresores. “La psicología permite establecer estrategias de prevención al trabajar con los niños y docentes y, en el caso de que el problema del bullying ya se haya desencadenado, es pieza fundamental para mitigar, solucionar y evitar que continúe”, resaltó Flores Galindo.

Agregó que “los psicólogos pueden intervenir desde varias perspectivas. El fenómeno del bullying puede abordarse desde los vínculos entre los sujetos involucrados y las características de los procesos de socialización que afectan a los distintos actores del proceso”.

Visión integral para analizar soluciones: el bullying, al ser una forma de violencia repetida y sistemática que puede tener consecuencias graves para la salud mental y emocional de las personas afectadas, por eso, requiere de habilidades y conocimientos de profesionales especializados para abordarlo. Para Flores Galindo, “un psicólogo puede tener una visión sistémica del fenómeno del bullying y tener herramientas para ocuparse de los factores que dañan al afectado, al agresor, a su familia y a la institución donde pertenece”. Agregó que, “es clave encontrar las particularidades que afectan a todos los sujetos involucrados y con ello encontrar la solución más adecuada”.

Abordar la problemática de forma colaborativa: de acuerdo con el director de psicología de UCAL, “las facultades psíquicas y las posibilidades de desarrollo de un niño que sufre acoso escolar pueden verse afectadas al plazo inmediato o a lo largo de toda su vida. Por ello, es importante resolver el problema en conjunto, no solo desde la perspectiva del niño más afectado, si no desde el lado del niño agresor y las familias. Un psicólogo no resuelve este problema solo, necesita aliarse con las instituciones educativas y las familias de los niños, resaltó.

Prevención y manejo efectivo del bullying: es fundamental superar el problema del bullying en el proceso de desarrollo infantil, ya que,  esas herramientas harán que el estudiante pueda desarrollarse a lo largo de su vida, de lo contrario tendrá secuelas. “La intervención de un psicólogo puede hacer la diferencia entre un problema que se resuelve de manera temprana y se previene o de un problema que dejamos crecer”, resaltó

Los psicólogos están capacitados para identificar las señales y síntomas del acoso escolar, así como sus posibles efectos en la salud mental y emocional de los estudiantes. Su presencia en las escuelas permite una detección temprana del problema, lo que facilita una intervención oportuna antes de que la situación empeore.